En esta sociedad de consumo en la cual vivimos cotidianamente todo parece tener precio , incluso llegamos a creer que eso es la realidad. Pero indudablemente hay otras cosas de mayor valor que
el oro , tienen que ver con las riquezas cotidiana qué están a nuestro alcance , virtudes tales como la amistad ,el amor,la belleza indescriptible de la naturaleza, la solidaridad humana, todas esas cuestiones qué día a día la reconocemos como cosas que ocurren cotidianamente son de un valor incalculable. Jesucristo, el maestro siempre dio un claro ejemplo al producir el milagro de panes multiplicándolos, cuando se acercaba a las Ciudades y a los pueblos Sanando, predicando y bendiciendo personas, y nos dejó el legado de hacer cosas aún mayores de las que él realizo, porque el reina Por los siglos de los siglos y sabemos que el espíritu santo sigue obrando.
Es hora de creer de corazón nuevamente posible que miles de personas se acerquen a la presencia de Dios y su vida sea bendición para todos
Recordemos con humildad a ese padre celestial que cuando pequeño siempre nos acompañaba en los primeros conocimientos básicos de la palabra de Dios, cuantas veces como humanos nos hemos emocionado al mirar la película sobre la vida de Jesucristo pero tiempo después cuando dejamos de recordar las imágenes que nos conmovieron Hasta las lágrimas volvemos a convertirnos en personas como Judas que dudaba sobre el Cristo resucitado; Dios ama al ser humano y tiene para ofrecernos magníficas bendiciones .
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